Ocho bebés han nacido en el Reino Unido gracias a una fecundación in vitro (FIV) que combina ADN de tres personas: madre y padre biológicos, más una donante que aporta mitocondrias sanas. Las madres eran portadoras de genes que pueden causar enfermedades mitocondriales graves. Los investigadores informan que los bebés están en buen estado y continúan en seguimiento médico.
La técnica, llamada donación mitocondrial, funciona así: primero se fecunda el óvulo de la paciente con el esperma de su pareja. El núcleo (donde está la mayor parte del ADN de los futuros padres) se traslada a un óvulo donado al que se le retiró su propio núcleo, pero conserva mitocondrias sanas. El embrión resultante mantiene la identidad genética de los padres y solo una pequeña fracción de ADN mitocondrial de la donante, lo que reduce el riesgo de enfermedad.
El ensayo se realiza en Newcastle y es el único aprobado por la autoridad reguladora británica (HFEA). Desde 2017, 39 mujeres obtuvieron autorización; 19 iniciaron el procedimiento; siete ya dieron a luz (una de ellas tuvo gemelos) y otra mujer sigue embarazada. El niño mayor tiene dos años. Los resultados se publicaron en The New England Journal of Medicine.
Los datos son prometedores: en bebés de madres con mutaciones al 100%, las pruebas de sangre mostraron 5% o menos de ADN mitocondrial con mutación. Aun así, hubo señales para ir con calma. Tres bebés presentaron niveles bajos de mutaciones que no se esperaba heredar, un fenómeno llamado “reversión”. Además, algunos tuvieron problemas de salud transitorios (como fiebre, infección urinaria o arritmia tratada). Expertos en ética y reproducción piden continuar, pero con vigilancia estrecha: la técnica reduce el riesgo, no lo elimina por completo.
Para mujeres portadoras, esta alternativa convive con otras opciones como la donación de óvulos. Por ahora, el equipo seguirá controlando a los niños hasta los cinco años para confirmar que el beneficio se mantiene a largo plazo.
