La investigación corrió por cuenta del Centro GrapheneX de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS). El avance reciente es la creación de un casco de Inteligencia Artificial (IA) representa una innovación prometedora en el ámbito de la comunicación, especialmente para aquellas personas que enfrentan dificultades para hablar debido a afecciones médicas como accidentes cerebrovasculares o parálisis. Este dispositivo también podría allanar el camino para una comunicación más eficaz entre humanos y máquinas.
Pidieron a 29 voluntarios que leyeran en silencio extractos de un texto mientras usaban una especie de gorro. El dispositivo permitía registrar su actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG).
El equipo de científicos australianos logró transformar exitosamente los pensamientos en palabras escritas mediante el casco equipado con sensores y la Inteligencia Artifical DeWave una IA entrenada para reconocer patrones en las señales cerebrales que se relacionan con oraciones específicas
Ejemplifica este proceso mencionando que cuando pensamos en palabras como "hola", nuestro cerebro emite señales particulares, DeWave aprende a vincular estas señales con palabras específicas al analizar una amplia gama de ejemplos similares. Una vez comprendidas estas señales, el equipo conecta DeWave a un modelo de lenguaje amplio (LLM), similar a la tecnología que impulsa ChatGPT.
Chin-Teng Lin, líder del proyecto y director del Centro Graphenex, destaca que la interfaz del casco está en desarrollo activo, logrando mejorar la precisión del dispositivo del 40% inicial a más del 60%.
Este sistema es “el primero en incorporar técnicas de codificación discreta en el proceso de traducción de cerebro a texto”, dijo Lin en un comunicado. A diferencia de otros mecanismos, como el proyecto Neuralink de Elon Musk, no necesita de cirugía para implantar electrodos.